Jesús flagelado y coronado de espinas
"Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, se lo entregó para que fuera crucificado. Entonces los soldados del procurador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron en torno a Él en toda la cohorte. Le desnudaron, le pusieron una túnica roja y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, y en su mano derecha una caña; se arrodillaban ante Él y se burlaban diciendo: Salve Rey de los Judios. Le escupian, le quitaron la caña y golpeaban en la cabeza. Después de reirse de Él, le despojaron de la túnica, le pusieron sus vestidos y le llevaron a crucificar." (Mateo 27, 26-31)
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