martes, 22 de junio de 2010

Las Cigarreras





Introduzco estos videos de las Cigarreras en la Campana hasta que el Señor Servidor sea tan amable de permitirme seguir subiendo fotos del pasado jueves santo.

domingo, 20 de junio de 2010

¿A dónde vamos a llegar?




Es la pregunta que me he hecho esta noche cuando sobre las once de la misma me he enterado de que un individuo al término de la misa de las ocho y media no ha tenido otra ocurrencia que arremeter contra la Santísima imágen del Señor del Gran Poder al grito de "el hijo de Dios soy yo" y agredirlo a base de patadas hasta lograr arrancarle un brazo.

Y digo yo ¿A dónde vamos a llegar?, en éste país de tolerancia y talante. ¿A dónde vamos a llegar? vuelvo a preguntarme. Ahora se comenta que es una persona psicológicamente inestable, vaya por Dios que a todos los locos les da por lo mismo. Pero repito, a dónde vamos a llegar.

Es cuestión de plantearse ya lo de la otra mejilla, tema que tan recurrentemente aflora en casos como éste, olvidarse de que el Señor lo pondrá en su sitio, que lo pondrá, porque Él todo lo puede. Es cuestión de pararse unos segundos a pensar que son pequeñas cosas que van minando la moral de quienen profesamos unas creencias y una fé, más o menos cercana a la iglesia.

Sin ir más lejos ésta misma cuaresma la cuadrilla de los Javieres tuvo que soportar gritos bastante groseros sobre distintas imágenes de gran devoción, lo cual sumado a las famosas carreras de la Madrugá de marras y a acciones como la de ésta tarde no hacen más que confirmar que se está disvirtuando nuestra sociedad. Y no me quedo ahí, me vienen a la cabeza detalles como el Señor Rovira fotografiándose con una corona de espinas en sus sienes (bien se la podrían haber apretado bien apretadita) o pintadas en las iglesias o hace algunos años el atentado que sufrió la imágen del Cristo de los Faroles, que para quien no lo sepa es un crucificado de piedra que preside una de las plazas más simples y a la vez más hermosas que conozco, al que le fueron pintados los ojos y la boca con spray negros y se le serigrafió bajo los piés el símbolo del anticristo.



No me vale que el individuo en cuestión tiene problemas psiquicos, porque para escuchar la misa entera y rumiar el ataque durante la eucaristia a sangre fría y dirigirse contra la imágen sí que tuvo su puntito de cordura.

Espero que no vuelvan a repetirse este tipo de desagradables desdichas, pero no puedo evitar pensar que si ésto a pasado en una basilica cuyas medidas de seguridad son de las más altas e innovadoras, qué no puede ocurrir en iglesias y capillas menos concurridas y más humildes en las que la seguridad se reduce a un cordón de seda pendido entre dos bancos.

Las Cigarreras









martes, 15 de junio de 2010

Charitas





Me quedé sin batería y se me acabó el Miércoles Santo. A penas me quedó para unas pinceladas de Caridad por San Pablo.