sábado, 24 de mayo de 2008

El legado de los Arfe


Custodia de la Catedral de Sevilla


Custodia de la Catedral de Córdoba
Custodia de la Catedral de Toledo.


Enrique de Arfe. (también llamado Enrique de Colonia por su probable origen germánico), (1475 - 1545). Orfebre que trabajó en España pero cuyo origen se supone alemán, fue el pionero de una familia de gran reputación en la orfebrería castellana entre los que destacaron sus hijos, Juan y Antonio de Arfe y su nieto Juan de Arfe.
En 1506 se estableció en León, arrancando su carrera española. Aunque comenzó sus trabajos en el gótico, en el que destaca la custodia de la Catedral de León, el espíritu y la técnica renacentista que empezó a plasmar con enorme brillantez en su obra más conocida: la custodia de la Catedral de Toledo. Realizó también trabajos de orfebrería por encargo en otras catedrales españolas (Custodias de: la Catedral de Córdoba, de la Catedral de Cádiz y de Sahagún), y para piezas asociadas a los pasos procesionales de Semana Santa como cruces, cofres y relicarios. Realizó el esbozo para la custodia de la Catedral de Salamanca, que finalmente no le fue encargada.
Fue su nieto Juan de Arfe quien ejecutó la de la catedral de Sevilla que tiene más de 3 m. de altura y más de 300 kilos de plata diseñada por el canónigo Francisco Pacheco, tío del pintor homónimo, que ha llegado intacta hasta nuestros días salvo pequeñas modificaciones
Juan de Arfe y Villafañe (León, 1535-1603) fue un conocido orfebre de orígenes alemanes que vivió en la ciudad de León (España). Pertenece a una saga con gran tradición en orfebrería: aunque su padre (llamado Antonio) no tuvo mucha relevancia en este oficio, su abuelo Enrique de Arfe realizó tantas obras como él en Andalucía. El apellido «Arfe» deriva de la localidad alemana de Harff, de donde procedía la familia.
Juan fue sobre todo constructor de custodias procesionales de plata y de estatuas de metal dorado, así como perito de metales preciosos en la Real casa de la moneda de Segovia. Publicó diversos tratados que fueron impresos y leídos durante varios siglos, lo que aseguró su posterior fama más que su trabajo como orfebre.

No hay comentarios: