sábado, 1 de enero de 2011

Legado de 2010

Y llegó el Martes Santo, y se disiparon las dudas meteorológicas. El Cerro como de costumbre puso el punto de partida a una jornada que se desarrolló sin problemas y se estiró como un chicle en la plaza de San Lorenzo.



Cómo no, un año más, la tarde de martes santo fue una de esas para recordar bajo las trabajaderas del Santísimo Cristo de las Almas, flotando por las calles de Sevilla. Otra vez, inolvidable.







Como estreno más reseñable la hermandad de San Esteban restauró y enriqueció las bambalinas del palio de la Virgen de los Desamparados.

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