Y qué verdad tan grande, cuánto te echamos de menos, cuánto te echamos en falta en esos años en que tus puertas permanecieron cerradas y no nos dabas la señal de la recta final de la cuaresma. En ese tiempo en que la semana de pasión estaba huérfana de tí. En éstos días esa señal ya es una realidad, la rampa del Salvador ya ocupa media plaza, presta y dispuesta para que el paso de la Borriquita inaugure la semana santa.
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