martes, 15 de septiembre de 2009

La sacra Conversación

Para conocer el significado de ésta iconografía debemos acudir a mediados del siglo XIX, que es cuando surgió la tendencia de que la Madre de Dios bajo palio fuese acompañada en su aflicción por San Juan Evangelista y María Magdalena. Sevilla es el referente histórico de esta “recreación pasionista mariana”. Desde la segunda mitad del ochocientos, la Virgen del Valle del Templo de la Anunciación es acompañada de San Juan Evangelista y María Magdalena, procesionando así hasta 1903, que se suprimieron las imágenes de sus acompañantes, que no así el resto del estilo decimonónico con el sigue procesionando.



Como la Virgen del Valle procesionaron, María Santísima de las Lágrimas, la Virgen de la Presentación, la Virgen del Loreto y la Virgen de la Esperanza de Triana hasta 1908. En el resurgir de la hermandad de Jesús Despojado hubo un conato de situar una María Magdalena arrodillada al lado de la Virgen de los Dolores y Misericordia. La Hermandad de Molviedro, en 1977, recibía la antigua Magdalena de la Esperanza de Triana, y con un San Juan Evangelista que ejecutara Antonio Eslava, decidió recuperar tan sugerente “misterio mariano”, que no termina por convencer ni a los propios hermanos, ni a extraños. Con el tiempo, iría acompañada por un San Juan del joven escultor Juan González García, Juan Ventura, a quien también se le había encargado tallar la Magdalena, por lo que ocupa la poco usual posición de la diestra de la Virgen. Todo quedó en proyecto.


En nuestros días la hermandad del Sol ha recuperado ésta iconografía para que procesione por las calles sevillanas, de momento el sábado de pasión y quién sabe si el día de mañana el sábado Santo.







Conocemos esta categórica escena en el ámbito procesional sevillano, y con mucha más distancia temporal, (por lo reciente de su incorporación) en Córdoba y San Fernando (Cádiz). La ciudad de la Mezquita, viene desde 1975 trabajando en la reorganización, mejora y empaque de la Hermandad del Santo Sepulcro, que llevaba años en el olvido. En 1977, encargan, en sustitución de la Virgen de las Penas, la Imagen de Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad, al sevillano Luís Álvarez Duarte. En 1995, imbuidos de un espíritu de recuperación de la estética cofrade más clásica, encargan al cordobés Miguel Ángel González Jurado, entonces en el mejor momento de su creación imaginera, las efigies sagradas de San Juan y la Magdalena, para configurar, junto a la Dolorosa, en el palio, la Sagrada Conversación cada noche cordobesa del Viernes Santo.



En el segundo de los ejemplos, la Hermandad de la Humildad y Paciencia procesiona por las calles isleñas el Domingo de Ramos, con un paso de palio único en toda la Semana Santa de la provincia gaditana. Estrenado en 1997, era la vez primera que salía a las calles de San Fernando y de toda Cádiz, “la Sacra Conversación”. En 1987, el escultor Alfonso Barraquero García entregaba la Imagen Titular, María Santísima de las Penas, para hacer lo propio, tres años después, en 1990, con San Juan Evangelista y Santa María Magdalena.



No son estas las únicas ciudades que rompen con la línea ortodoxa de representación de María en el paso de palio, pues si bien es cierto, Jerez ha abundado en otra tipología de lo más innovador posible. La Hermandad del Santo Entierro de la Capilla del Calvario, procesiona en su paso de palio a la Dolorosa Titular, acompañada de un San Juan Evangelista y de las Tres Marías, adaptando el espacio escenográfico de su palio a tan atrevido “Misterio Mariano”. Las imágenes son de autor anónimo y datan de principios del siglo XVIII, como recogen los archivos de la Hermandad, en los que consta que el 2 de enero de 1718 se hicieron las santas imágenes de Nuestra Señora de la Piedad, San Juan y las Tres Marías.



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