Y empezaremos por recordar ese fatídico via-crucis de las cofradías, el primer acto de la cuaresma, que quedó empañado por la lluvia y que parecía ser un augurio de lo que nos podía esperar en la semana de pasión...

El día fue cerrado en lluvia, y la decisión fue fácil de tomar ya que las predicciones no eran muy alagüeñas, de modo que el Señor de la Salud quedose en su Santuario a la espera de su madrugá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario