Resucitó el Señor en Sevilla. La mañana tiene luz resucitada, el sol baña Sevilla y baña la cara del Cristo que Buiza puso en Santa Marina para gracia y gozo de la ciudad. El bailarín como se conoce con cariño al Señor que alza su brazo derecho en actitud triunfante mientras un ángel anuncia que no lo busquemos en el sepulcro, que el mejor de los nacidos está ascendiendo al cielo donde su padre le reserva el mejor sitio, a su derecha.
Y Resucitó en el barrio de la Macarena, a los sones de Virgen de los Reyes, sobre un canasto dorado y a los sones de Virgen de los Reyes, y su madre le sucede, bajo palio de malla, con su cara de Dubé de Luque, entre flores blancas y velas rizás. Todo es gozo en esta mañana. Todo es alegria.
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