martes, 14 de abril de 2009

Mi Domingo de Ramos













El domingo de ramos siempre es un día importante, pero cuando de por medio hay un corazoncito que vibra con los tambores, trata de arrancar sin fuerza los antifaces de los nazarenos y se vuelve loco con las estampas que le regalan los monaguillos, ese domingo de ramos se convierte no ya en un día importante sino en un día especial.
Quien sabe si dentro de veinte años, ese costalito blanco y esa pequeña faja, estarán guardados a buen recaudo en el rinconcito de un armario bajo costales más grandes que porten pasos de ensueño por las calles de Sevilla.


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