lunes, 14 de septiembre de 2009

Protagonistas de la Pasión

Santísimo Cristo de la Expiración, hermandad del Museo.

Se conoce que la hermandad concertó con dicho escultor la realización de la obra el 7 de diciembre de 1575, concertándose la entrega del crucificado para el día de Pascua de Navidad de ese mismo año.
Entre las muchas leyendas que hay sobre la hechura del crucificado, resalta aquella que dice, que aquellos hermanos que acordaron con Marcos de Cabrera la realización del cristo expirante, lo hicieron con la condición de que si la obra era del gusto de aquellos, los moldes con los que se había realizado la imagen Imágen de estilo marienista obra del cordobés Marcos Cabrera en el año 1575.
debían de arrojarse al río Guadalquivir, para así impedir que tal magnífica obra no pudiera ser duplicada.
Se comenta que el autor pudo inspirarse en unos bocetos del gran Miguel Ángel, siguiendo la línea serpentinatta. La talla rompe bruscamente con los cánones escultóricos de la época, en que predominaban los góticos. �La propiedad de ese divino simulacro es mucha. Los músculos violentamente contraídos, el semblante pálido, la vista quebrada y los labios entreabiertos, todo indica el momento en que el Salvador del mundo dio el último aliento con tanta expresión y naturalidad, que

no se puede observar sin estremecerse, principalmente si se mira desde alto creyendo ver un hombre espirar � (Glorias Religiosas de Sevilla. José Bermejo y Carballo).




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