Nuestra Señora de la Concepción (Hermandad del Silencio).
De puño y letra de Sebastián Santos Rojas, si, leen bien, de puño y letra, porque su rostro es como un poema en que se narran los dolores de la Virgen desde sus ojos llorosos al contorno de su boca entreabierta pasando por sus pálidas mejillas.
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