Poco más queda que decir, después de mucho tiempo estamos en semifinales de una gran cita internacional, batiendo a nuestra bestia negra, Italia, ganándoles con fútbol y no con marrullerias.

David Silva ha firmado una de sus mejores actuaciones con la roja, rozando el gol incluso en un par de ocasiones.



Este balón al palo de Marcos Senna a punto estuvo de poner el 1-0 en el marcador pero el poste se alió con los italianos, la suerte parecía estar de su lado y la historia parecia repetirse.

Casillas y sus reflejos también han tenido un papel especial durante los 90 minutos reglamentarios, a punto estuvo Italia de adelantarse en esta ocasión en la que el balón, tras atravesar un bosque de piernas, buscaba la red y se encontró con la pierna de Iker.

Como siempre ante Italia los corners eran una batalla campal, pero nosotros no somos santitos (vease la mano de Ramos: ¿Tirón de orejas o manotazo?)

Dos estrellas, pasado y presente de la portería mundial. Con la tanda de penalties todos apostaban a que Buffon salvaría a los azzurros y Casillas se comería los penalties doblados.


Pero la suerte estaba de nuestro lado, y con ella su mejor amigo, Iker Casillas, que detuvo dos penalties dejando la eliminatoria en bandeja de plata para Cesc Fabregas.


Y el centrocampista de los Gunners no perdonó, lanzó con la cabeza y anotó el definitivo 4-2 que nos coloca entre las cuatro mejores selecciones del mundo.


La euforia desmesurada de los jugadores pasó a las calles de España donde generaciones y generaciones se reunieron para celebrar lo que solo nuestros abuelos habían vivido, españa disputando una semifinal de un gran torneo.
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